sábado, 27 de marzo de 2010

¿FELIZ CON LA ENFERMEDAD?

¿Una originada por la sociedad
que me engaña y miente con espejismos y ilusiones,
que me hace olvidar quien soy y
lo que valgo?
¿Una enfermedad que los demás
no entienden,
ni saben cómo sientes?
Muy pocos los que intentan entender
pues a ojos de la inmensa mayoría,
¿qué eres? ¿qué pretendes ser?
para ellos, cuatro huesos poco más.
Obsesionada por la báscula,
¿qué buscas, qué persigues?
Y... ¿quien, alguien, preguntó realmente,
lo que pasa INTERIORMENTE?

La razón, la cabeza, la consciencia
inútiles en la comprensión de esta dolencia.
Comprensión, estima y confianza
única clave y alianza.
Pero no se haya en otros,
no la esperes ni reclames,
nadie entiende lo qué haces
ni por qué, ni para qué.
Te sientes sola, muy sola
rodeada de gente
que pasa indiferente
rodeada de gente
pero vives como ausente.

Feliz... ¿en un mundo así? NO

Te sientes fracasar
que la culpa está en ti
y lo único que sabes es vivir sin disfrutar.
Disfrute, placer, emociones,
amigos, paseos, familiares,
risas, amores...
Desaparecieron dando paso al dolor,
amargura, aislamiento
discusión y soledad
por ver la vida de otro color.

La primera engañada soy yo.
Esa amiga que me daba consejos,
estaba conmigo, permanecía a mi lado,
me escuchaba, decía lo que yo quería oír...
resulto ser muy mala consejera.
Consiguió ponerme a mi misma en mi contra,
hacerme cambiar...
Hoy por hoy,
estoy aprendiendo de nuevo,
intentando recuperar
lo que verdaderamente importante
deje en el camino: la confianza y seguridad en mi misma.
¿Habéis tenido vosotros alguna amiga así?

Ella sigue ahí
pero ya no me fío.
Me sigue día y noche
En ocasiones me atormenta su presencia,
en otras me libera su ausencia.

Notar su presencia
me incomoda y molesta enormemente.
Es incansable e infatigable
y sabe dónde atacar.
Me esfuerzo en ignorarla, pero
cuánto más lo deseo, peor el resultado.
A ella le encanta eso:
la frustración, rabia, temor,
miedo y dolor por ver que no alcanzo
mis metas y me doy por vencida.
Ese es su juego,
empieza a ganarme de nuevo.
Cuando es ella quien dirige el debate
no lo puedo negar, va ganando el combate.
Sensación de alegría momentánea
que tras jugar con sentimientos,
seguridad y confianza de una
desaparece...
dejando una profunda tristeza,
culpabilidad y desolación.
Es entoncés cuando te sientes
peor que nunca,
cuando recuerdas que te mientes
y te preguntas ¿quien dijo que esto es por belleza?

Permanecer en ese estado
de depresión, letargo
y frustración es duro y cansado.
Las ganas de continuar desaparecen
aunque cada intento
es un pasito a la victoria.

Es una lucha diaria
una lucha conmigo misma
por quererme
valorarme
y separarme
de esta amiga que, como parásito,
apareció en mi vida decidiendo acompañarme.
Pero no abandono, no debo.
Si lo hago aparece el dolor, la depresión
la tristeza, la enfermedad.
Entonces, NO SOY FELIZ

Si lo hago aparecen los males,
sería negarme a cualquier posibilidad
de disfrutar pequeños detalles,
de encontrar momentos de mi autentica FELICIDAD!!


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