domingo, 17 de abril de 2011

CON LA BOCA ABIERTA

La vida está llena de pequeñas y grandes maravillas que nos dejan boquiabiertos. Trabajar la capacidad de asombrarnos cada día nos animará a apreciar más la vida. Observar atónitos los misterios de la eternidad, de la vida, de la realidad nos lleva a ver más allá de nosotros mismos, a sentirnos parte de la naturaleza, de una nación, humanidad...

   El asombro, en boca de Barbara Fredrickson, se relaciona con nla inspiración. Por ello, sentimos asombro al toparnos con algo grandioso, algo bueno a gran escala (la perfección de una comena o cuando un cirujano opera con éxito).

   No importa la grandeza de aquello que estemos observando. Podemos sorprendernos de la grandeza de un océano, una lluvia de estrellas y también de la perfección de una tela de araña.

   Hasta nuestros seres queridos son otra fuente de asombro. En infinidad de ocasiones pensamos que alguien es "corriente y común" o incluso aburrido. Sin embargo al hablar con él nos podemos sorprender por lo qué ha hecho, sabe, cualidades o talentos.

   La capacidad de asombro, igual que otras emociones positivas, no solo podemos disfrutarla en momentos de nuestra vida, sino que podemos cultivarla día a día. Basta abrir la ventana al exterior, observar en el medio ambiente qué nos llama la atención y, entoncés, dejarse llevar por esa fascinación. De hacerlo así, de seguro recordaremos que el mundo es mucho más grande que uno mismo y los propios problemas. Dicho en otras palabras, nos daremos cuenta que "el mundo no gira entorno a mí sino que me incluye".

1 comentario:

  1. Estar siempre en serena expectación, no dejar pasar esos pequeños detalles que tantas veces nos pueden parecer insignificantes, y sin embargo son los que en muchas ocasiones nos pueden asombrar, y hacernos comprender que en esta vida hay infinidades de cosas maravillosas, fantásticas, fuera de lugar.. y que nosotros formamos parte de ella.
    Besukis repletos de luz.

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