"FLUIR", concepto acuñado por el pionero en psicología positiva Mihaly Csikszentmigalyi, aúna felicidad y rendimiento.
Si pensamos en un bailarín danzando una de sus coreografias y observamos como se deja transportar por la música y por lo que siente, por lo que transmite, por ejemplo, nos daremos cuenta que esa persona es capaz de entrar en ese estado de fluidez, de disfrute intenso haciendo lo que está haciendo, lo que está ofreciendo.
Al fluir, aquello que hacemos nos hace sentirnos bien y felices por sí mismo, por lo que la sensación psicológica es de pérdida de la noción del tiempo. Quién no ha comentado alguna vez la expresión, ¡uy, haciendo lo que me gusta el tiempo pasa volando! Porque realmente esa es la sensación, ese es el fluir.
¿CÓMO FLUIR?
Sin embargo, no es fácil fluir. Para ello deben darse unas premisas, debe darse un equilibrio entre la dificultad de la tarea y la habilidad de quien la ejecuta. Lógico. Si la tarea es demasiado fácil o difícil no se llega a ese estado de fluidez, de disfrute total. También implica concentración. Pero los tres requisitos fundamentales para que se de la fluidez son:
- Motivación: hacia la tarea siempre asegura un mejor rendimiento y perseverancia.
- Formación: es necesario invertir en formación para garantizar habilidad en tareas para así poder disfrutar en un futuro
- Generación de nuevos hábitos: adquiridos los nuevos conocimientos conviene ejercitarlos y convertirlos en hábitos de comportamiento.
Rafael Santandreu
Rafael Santandreu
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