domingo, 29 de agosto de 2010

AMIGA MÍA


Ya entendí que no marcharás, que estarás a mi lado por siempre y lo tengo que asumir.
Así que decidí no oponerme a tu presencia, al contrario; permíteme acercarme y entenderte. ¿Me ayudas? no te entiendo!
Acaricias mis recuerdos acompañando noches largas, pero descansas y te vas al nacer el alba. Contigo me torturan pensamientos, sentimientos y emociones. Al marcharte me defiendo en todas situaciones. ¿Por qué?
Ignoras mi alegría y diversión, que por quererme pa' ti sola
solo veo ansia y confusión. Dime, ¿qué quieres? -te lo doy!
pero déjame vivir y aprender de lo que soy.
Yo acepto, compañera, que me sigas al andar, más no delante ni detrás
te quiero a mi vera: ahí es donde tienes que estar.
Deseo conocerte, mirarte, tocarte, sentirte... y no temblar sin dirección cada vez que haces aparición.
Ya entendí que eres mi salvación, que amiga como tú no se busca en un rincón. Que más vale conocerte de buen corazón que negarte la atención.
Ojalá pueda entenderte, escucharte y sentirme bien a tu lado
y perdona si en algún momento has visto que he fallado,
más no ha sido por maldad... simplemente no te conocía.
Luchaba en tu contra, a mi lado yo no te quería.
A pesar de todo, he cambiado y por ello,
SOLEDAD bienvenida a mi camino
desde hoy y para siempre: amiga mía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario