Por qué añorar y recordar una historia que pasó,
que por mucho que lo piense solo existe en el ayer
y por más que yo quisiera no pasó del verbo ser.
Existió en mi imaginación, mezcla de amistad, cariño y comprensión
que sumaban a tímidos contactos y miradas de atracción.
¡Qué bonito fue aprender, junto a ti,
el baile y la pasión!
Más todo sueño tiene un fin
y, muy a mi pesar, realidad superó a la fantasía
que por tí yo no era de valía.
Disfrutamos momentos increibles,
juntos los dos
jamás irrepetibles
pues, aunque es fácil perdonar...
cuesta tanto olvidar
cuando se quiere de verdad.
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