CONTRA LA ANOREXIA Y LA BULIMIA

Para una persona sana es muy difícil entender como se ve reflejada en el espejo una persona con un trastorno alimentario. El vídeo es un claro ejemplo de lo que ven los ojos de esa persona cada día. Lo que no se ve en las imágenes, y no pueden representar tan fácilmente a una persona sana, son la cantidad de cosas que le pasan por la mente a esa persona enferma: el sufrimiento y dolor que siente al mirarse, el desprecio hacía sí misma, el bajo estado anímico, la culpabilidad, la soledad absoluta, el abismo inmenso en el que se ve metida y del que no ve salida. Yo, como persona que me miro en ese espejo, siento, solo que luchas y luchas contra no sabes qué (ahora ya lo sé) y te sientes cansada, agotada, no ves resultados. Tú no estás bien, no estás a gusto y parece ser que tu entorno tampoco porque no te dejan tranquila (lógico, su preocupación va en aumento a medida que mi peso va descendiendo hasta tal punto que temen hasta abrazarme por pánico a sentir mis huesos clavarse en su cuerpo). Ufffffff, qué recuerdos! Malos, muy malos...

Ahora pensando, me gustaría decir, o incluso gritar algo que nunca he dicho...

Mamá, papá, hermano... GRACIAS!!!

Nadie como vosotros me ha empujado tanto a salir del pozo más oscuro para empezar a ver la claridad, para querer salir y querer caminar hacía esa luz. A vosotros familia, que me ha habéis apoyado tanto, que aún sin saber, sin entenderme, sin saber por qué lo hacía ni entenderme os solidarizábais con mi dolor y mis lágrimas, haciéndome sentir un poco más bella por dentro, afortunada por tener vuestro cariño. Amor que tantas veces he temido perder por no cumplir expectativas de alguno de vosotros, por creer no merecer vuestro querer. Qué equivocada estaba... Yo también os quiero por ser como sóis y quienes sóis!!
Sobretodo tú, mamá que sacrifícaste tiempo, me díste atenciones, pasáste horas de calvario y soledad por estar conmigo, investigaste sobre la enfermedad, siempre interesada y motivada a mantener charlas con médicos, acatando por duras que fueran todas la pautas indicadas, compañia y comprensión durante él duro ingreso, aguantando críticas y abucheos de la sociedad, incluso de la misma família, la exclusión social y laboral, la vuelta paulatina a la vida diaria, duro regreso... Tanta paciencia y dedicación!!!

Y a mis terapéutas, compañeras en la lucha, amigas de por vida, GRACIAS por apoyarme y seguir haciéndolo porque sabeis como yo que esto no es entrar y salir.

POR VOSOTROS Y, SOBRETODO, POR MÍ MISMA CONTINÚA MI VIDA!! UN BEEEESO.